La villa megalomana de Damien Hirst

Vivimos un momento en el que escuchamos por todos lados palabras como desahucios, gentrificación o viviendas/ciudades vacías. Entonces aparece el artista Damien Hirst, el cual tiene como objetivo diseñar un pueblo de 76 hectáreas en Devon, al sur de Inglaterra,unas 750 casas, con sus hospitales, colegios etc. Todo lo que un pueblo necesita, bajo su «sello de calidad» y su arte por doquier. 

Damien Hirst, es conocido por meter un tiburón y otros animales seccionados en formol, ademas de otras obras de arte contemporánea, tal vez unas más cuestionables que otras. Ahí es donde entra su pueblo, en algo cuestionable. Ya que parece que es una performance a gran escala, con grandes pretensiones y problemas si se va de las manos.

Pero parece que el pueblo ya es suyo, o al menos así lo parece por la cantidad de propiedades de las que es dueño, como un restaurante, una galería de arte, una cafetería, la estatua que te recibe en el puerto y próximamente un hotel que será edificado en la misma zona.

 «You build new houses, you provide jobs. Here we have a situation with an employment black spot.» – Damien Hirst

Pero creo que no es del todo acertada esa afirmación, ya que como bien decía al principio estamos en una época donde el mercado de la vivienda está yendo bastante mal, no solo en España. También Inglaterra se ve afectada, como muestra este mapa de la gentrificación en Londres del 2011 de The Economist, en el cual podemos ver como el centro de Londres se vuelve cada vez se enriquece más, mientras que la periferia se vuelve más y más pobre.

Tal vez Damien Hirst deba pensar antes en si se venderán todas las casas o que serán de ellas dada la situación actual y que no por llevar su nombre en ellas se venderán todas, ya que estéticamente no parecen nada atrayentes, como tampoco la situación que recuerda a otra urbanización más de casas prefabricadas.

Muchos nos quejamos de que en España se abra el abanico de profesiones que sean capaces de firmar proyectos de arquitectura con la nueva ley de servicios profesionales, pero creo que esas cosas no te detienen cuando cuentas con mucho dinero como para pagarle a un arquitecto como Mike Rundell y que te firme tus proyectos megalómanos.

Lo triste, es que este proyecto seguirá adelante, pero no sabremos como acabara. Ojalá y no como el Paris chino que te comentábamos en otro post. Pero desde que leí la noticia de que se daba luz verde a este proyecto, no paro de asimilarlo con la canción de la serie Weeds.